La violencia sexual como arma de guerra se lleva practicando muchos siglos atrás, y sin embargo la lucha por su enjuiciamiento es relativamente actual. Con este análisis se pretende demostrar cómo a partir del genocidio de Ruanda de 1994 y con la instauración del Tribunal Penal Internacional para Ruanda (TPIR), se comenzó a castigar a los responsables de este tipo de crímenes.
Los actos de lesa humanidad o la violencia sexual, son temas sobre los cuales existen numerosos informes e investigaciones, al igual que sobre el genocidio de Ruanda. Sin embargo, el estudio del Tribunal Penal Internacional para Ruanda como institución clave para el avance en Derecho Internacional y protección de los derechos de la mujer en tiempos de conflicto, parece un tema poco abordado, cuando es realmente importante conocerlo para entender cómo se ha forjado el Derecho Internacional que nos ampara, y cómo se puede aprender de los errores para que lleguen casos positivos como lo fue la creación del TPIR.
El documento ha sido elaborado por Marta de la Fuente Villalaín, especialista en Información Internacional y Países del Sur.